Miralas, sentaditas a la falda de Cristhian Andersen ( a ver si les contaba el de Hansel y Grettel) y justo enfrente del Tivoli, si si, son ellas, inexplicablemente las dejaron pasar por la frontera y se presentaron en Copenhague para convertir mi dia en uno de los mas felices de mi vida, que bien ¿verdad chicas?.
Paseamos, fuimos al barco, las invitaron a comer y a cenar a la carta, descubrieron una ciudad con muchiiiisimo encanto, dormimos poco pero sin frio, y nos despedimos ciertamente con buen sabor de boca, como pensando en "que nos quiten lo bailao".....gracias petarditas............os quiero....bueno a Aida la amo.
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