Bueno, bonito y carísimo, así es Vilafranche, eso de estar entre Mónaco y Montecarlo convierte está población en la playa superpiji de la muerte del mundo monaguesco.
El colorido de sus calles recuerdan poblaciones como Sitges, Tossa de Mar, Cambrils, totalmente con caracter marino.
Mansiones por doquier, lujosas, exclusivas, y sin rebajas por crisis (la foto lo dice todo), un puerto deportivo, otro pesquero, un rodaje con Will Smiht, la Trastevere de Reus y La Pineda en primera linea, callejones subterraneos, escaleras hacia todo, un helado en la terraza, un paseo en barca y la compañía de los sincompañía crearon una bonita media jornada.
Un placer pisar tus calles Vilafranche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario